Hemos podido avanzar en la comprensión del fenómeno del crecimiento humano, encontrando que responde a patrones no simétricos que se manifiestan tanto en forma física, como funcional.
Adicionalmente, hemos podido comprender la importancia del crecimiento alométrico en el ser humano, y ver manifestaciones de esta tipología tanto en otros animales y plantas.
Por último, hemos relacionado el crecimiento alométrico con la geometría fractal, encontrando relaciones que muestran que el fenómeno de la alometría y la fractalidad dan cuenta de la formas en toda la naturaleza y el universo en sí. Lo anterior sugiere que las ecuaciones alométricas que definen las formas fractales corresponden a la manifestación de los campos mórficos subyacentes en la naturaleza.
En este sentido, la geometría fractal sería una manera de aceptar la existencia de los campos mórficos, ya que al igual que en otras áreas de la ciencia, como la física de partículas subatómicas o en cosmología, el hecho de que no podamos detectar la presencia de los campos mórficos (al igual que los quarks o los agujeros negros), podemos aceptar su existencia a través de su manifestación visible, que sería la geometría fractal.
Adicionalmente, hemos podido comprender la importancia del crecimiento alométrico en el ser humano, y ver manifestaciones de esta tipología tanto en otros animales y plantas.
Por último, hemos relacionado el crecimiento alométrico con la geometría fractal, encontrando relaciones que muestran que el fenómeno de la alometría y la fractalidad dan cuenta de la formas en toda la naturaleza y el universo en sí. Lo anterior sugiere que las ecuaciones alométricas que definen las formas fractales corresponden a la manifestación de los campos mórficos subyacentes en la naturaleza.
En este sentido, la geometría fractal sería una manera de aceptar la existencia de los campos mórficos, ya que al igual que en otras áreas de la ciencia, como la física de partículas subatómicas o en cosmología, el hecho de que no podamos detectar la presencia de los campos mórficos (al igual que los quarks o los agujeros negros), podemos aceptar su existencia a través de su manifestación visible, que sería la geometría fractal.
** Trabajo disertado en clases de BDD-Biología del Desarrollo. Nov. 2007.
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