lunes, 19 de mayo de 2008

“¡Lo que pagamos más caro son nuestros alivios!”


Ese algo oculto e imperioso para el cual no tenemos ni mucho menos un nombre, hasta que finalmente demuestra ser nuestra misión - ese “tirano” en nuestro interior se “venga” terriblemente por cada intento que hacemos de evitar o regirle, por cada vez que nos conformamos prematuramente o nos equiparamos con aquellos a los que no pertenecemos, por cada actividad que, por respetable que sea, nos desvía de lo esencial, incluso por cada virtud que intenta protegernos de la dureza de nuestra responsabilidad más íntima. Cada vez que dudamos del derecho que tenemos de nuestra misión, cada vez que tratamos de escurrir el bulto, la respuesta es la misma: enfermedad. Extraño y terrible a la vez: ¡lo que pagamos más caro son nuestros alivios!” F. Nietzsche.